La leyenda de Isis y los 7 escorpiones

La leyenda de Isis y los 7 escorpiones


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La leyenda de Isis y los 7 escorpiones: Mitología egipcia

Érase una vez, en el antiguo Egipto, una diosa llamada Isis, que era la reina del país junto con su esposo Osiris. Isis y Osiris eran muy buenos y queridos por su pueblo, pero tenían un enemigo muy malvado: el hermano de Osiris, Seth, que estaba celoso de su poder y felicidad. Un día, Seth ideó un plan para acabar con Osiris. Le preparó una trampa y lo engañó para que entrara en un cofre de madera. Luego cerró el cofre con llave y lo tiró al río Nilo. Así, Seth se convirtió en el nuevo rey de Egipto y empezó a gobernar con crueldad y tiranía.

La leyenda de Isis y los 7 escorpiones
La leyenda de Isis y los 7 escorpiones

Isis se enteró de lo que había pasado y se puso muy triste. Pero no se rindió y decidió buscar el cofre con el cuerpo de su esposo para darle un entierro digno. Isis recorrió todo el Nilo hasta que encontró el cofre en una isla lejana. Allí abrió el cofre y vio a Osiris. Lo abrazó con mucho amor y pronunció unas palabras mágicas. Entonces, algo increíble ocurrió: Osiris volvió a la vida por un momento y le dijo a Isis que tendrían un hijo que sería el legítimo heredero del trono. Luego volvió a morir y Isis lo envolvió en vendas para conservarlo.

Isis regresó a Egipto con el cuerpo de Osiris y lo escondió en un lugar secreto. Pero Seth se enteró de lo que había hecho y se enfureció. Quería impedir que naciera el hijo de Isis y Osiris, así que buscó el cuerpo de su hermano y lo cortó en catorce pedazos. Luego los esparció por todo el país para que nadie los encontrara.

Isis no se dio por vencida y decidió buscar los pedazos de su esposo para volver a unirlos. Con la ayuda de su hermana Neftis y del dios Anubis, Isis recorrió todo Egipto y encontró trece pedazos. El único que le faltaba era el corazón, que se lo había comido un pez. Pero Isis no se desanimó y fabricó un corazón nuevo con arcilla y magia. Luego juntó todos los pedazos de Osiris y los pegó con resina. Así logró resucitarlo otra vez, pero solo por un instante. En ese momento, Isis quedó embarazada del hijo de Osiris.

Isis sabía que Seth iba a intentar matar a su hijo cuando naciera, así que huyó al delta del Nilo para esconderse. Allí dio a luz a un niño precioso al que llamó Horus, que significa “el elevado”. Horus tenía la cabeza de un halcón y los ojos del sol y la luna. Era muy valiente e inteligente, y quería vengar la muerte de su padre.

La leyenda de Isis y los 7 escorpiones
Autor: Ebers, Georg Moritz, 1837-1898
La leyenda de Isis y los 7 escorpiones

Pero Isis no podía cuidar sola de Horus, así que pidió ayuda a Serket, la diosa de las criaturas venenosas. Serket le envió a siete escorpiones gigantes para que la protegieran a ella y a su hijo. Los escorpiones se llamaban Tefen, Befen, Mestet, Mestetef, Petet, Thetet y Matet. Eran muy fieles a Isis y la seguían a todas partes.

Un día, Isis decidió ir a visitar a una amiga suya que vivía en una aldea cercana. Se vistió con harapos para no llamar la atención y se llevó a Horus en brazos. Los siete escorpiones la acompañaron, pero se es escondieron bajo la ropa de Isis para no asustar a nadie. Pero uno de ellos, Tefen, se adelantó y se colocó en la cabeza de Isis. Desde allí vigilaba el camino y se aseguraba de que nadie les hiciera daño.

Isis llegó a la aldea y vio una casa muy bonita y grande. Pensó que allí podrían darle algo de comer y de beber, así que llamó a la puerta. Pero la dueña de la casa era una mujer muy rica y orgullosa, que no le gustaba ayudar a los pobres. Cuando vio a Isis vestida con harapos y con un bebé en brazos, le cerró la puerta en las narices y le dijo que se fuera.

Isis se sintió muy triste y ofendida, pero no dijo nada y siguió caminando. Tefen, el escorpión que estaba en su cabeza, se enfadó mucho al ver cómo trataban a su ama. Así que decidió vengarse de la mujer rica. Se bajó de la cabeza de Isis y se fue a la casa. Allí encontró una rendija por donde entró y buscó el lugar donde dormía la mujer. Entonces le clavó su aguijón venenoso y salió corriendo.

Mientras tanto, Isis había encontrado otra casa más humilde donde la recibieron con amabilidad. Era la casa de una mujer pobre que tenía una hija pequeña. La mujer le ofreció a Isis un poco de pan y agua, y le dijo que podía quedarse a descansar un rato. Isis le agradeció su generosidad y entró en la casa con Horus.

Pero lo que no sabía Isis es que los otros seis escorpiones habían seguido a Tefen hasta la casa de la mujer rica. Ellos también querían vengarse de ella por haber maltratado a Isis. Así que se juntaron todos y concentraron su veneno en el aguijón de Tefen. Luego le dijeron que volviera a picar a la mujer para acabar con ella.

Tefen obedeció y entró otra vez en la casa. Pero esta vez no encontró a la mujer rica, sino a su hijo, un niño inocente que estaba jugando en el suelo. Tefen no se fijó en él y le picó con su aguijón cargado de veneno. El niño cayó al suelo sin sentido y empezó a convulsionar.

La mujer rica oyó los gritos de su hijo y corrió a ver qué pasaba. Cuando vio al niño en el suelo, se asustó mucho y empezó a llorar. Llamó a sus sirvientes y les pidió ayuda, pero nadie sabía qué hacer.

Entonces se acordó de Isis, la mujer pobre que había venido antes a pedirle comida. Pensó que tal vez ella podría curar a su hijo, ya que tenía fama de ser una gran hechicera. Así que salió de su casa y fue a buscarla por la aldea.

Isis estaba en la casa de la mujer pobre, hablando con ella y con su hija. De repente oyó unos golpes en la puerta y vio entrar a la mujer rica con su hijo en brazos. La mujer se arrodilló ante Isis y le suplicó que le salvara la vida.

Isis reconoció a la mujer que le había cerrado la puerta antes, pero no le guardó rencor. Vio al niño moribundo y sintió compasión por él. Así que cogió al niño y lo puso sobre una cama. Luego pronunció unas palabras mágicas y pasó sus manos por el cuerpo del niño.

Entonces aparecieron los siete escorpiones, que habían vuelto junto a Isis al ver lo que había pasado. Ellos también se sintieron culpables por haber picado al niño y le pidieron perdón a Isis. Isis los perdonó y les dijo que no volvieran a hacer daño a nadie. Luego les pidió que le ayudaran a curar al niño. Los escorpiones le obedecieron y le dieron su veneno a Isis. Isis mezcló el veneno con un poco de leche y se lo dio al niño para que lo bebiera.

Entonces el niño abrió los ojos y se recuperó. La mujer rica no podía creer lo que veía y se puso muy contenta. Abrazó a su hijo y le dio las gracias a Isis por haberle salvado la vida. También le pidió perdón por haberla tratado mal y le ofreció su casa y todo lo que tenía.

Isis le dijo que no quería nada de ella, solo que fuera más bondadosa con los demás. Luego se despidió de la mujer rica y de la mujer pobre y se fue con Horus y los siete escorpiones. Siguió su camino hasta que encontró un lugar seguro donde criar a su hijo.

Horus creció y se hizo fuerte y valiente. Cuando fue mayor, luchó contra Seth para recuperar el trono de su padre. Después de muchas batallas, logró vencerlo y se convirtió en el nuevo rey de Egipto. Isis se sintió muy orgullosa de su hijo y lo ayudó a gobernar con justicia y sabiduría.

Fin de La leyenda de Isis y los 7 escorpiones

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Moraleja del cuento La leyenda de Isis y los 7 escorpiones

La moraleja de esta historia es que hay que ser generosos con los que nos necesitan y que el bien siempre triunfa sobre el mal. Isis fue generosa con la mujer rica que le había cerrado la puerta y le salvó la vida a su hijo. Los escorpiones se arrepintieron de haber hecho daño al niño y le ayudaron a Isis a curarlo. Horus fue valiente y luchó contra Seth para vengar a su padre y liberar a su pueblo. Seth fue malvado y celoso y acabó derrotado y humillado. ¿Qué te parece la moraleja?

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