La leyenda de Perseo y Andrómeda

Cuento corto de La leyenda de Perseo y Andrómeda


Tiempo de lectura: 3 minutos

La leyenda de Perseo y Andrómeda, cuento de la mitología griega

Érase una vez un joven valiente y astuto llamado Perseo, hijo del dios Zeus y de la princesa Dánae. Su abuelo, el rey Acrisio, los había arrojado al mar en un cofre de madera, porque un oráculo le había predicho que moriría a manos de su nieto. Pero Zeus los salvó, y llegaron a la isla de Sérifos, donde fueron acogidos por el pescador Dictis.

Allí creció el joven, hasta convertirse en un hábil guerrero. Pero el rey de la isla, Polidectes, se enamoró de Dánae, y quiso deshacerse de Perseo para casarse con ella. Así que le propuso un desafío imposible: traerle la cabeza de la Medusa, una terrible gorgona con serpientes en lugar de cabellos, que convertía en piedra a todo el que la miraba.

La leyenda de Perseo y Andrómeda

Perseo aceptó el reto, confiando en su valor y en su ingenio. Además, contó con la ayuda de los dioses Atenea y Hermes, que le dieron unos regalos mágicos: unas sandalias aladas para volar, un casco que lo hacía invisible, una espada de bronce y un escudo pulido como un espejo.

Con estos objetos, el joven voló hasta el confín del mundo, donde vivían las grayas, unas ancianas con un solo ojo y un solo diente entre las tres. Perseo les arrebató el ojo, y les obligó a revelarle dónde estaban las ninfas que guardaban los objetos de las gorgonas: el zurrón donde debía meter la cabeza de la Medusa, y el casco de Hades que lo haría invisible.

Perseo encontró a las ninfas, que le entregaron los objetos. Luego se dirigió al lugar donde dormían las gorgonas: Medusa y sus hermanas Esteno y Euríale. Gracias al casco de Hades, pudo acercarse sin ser visto. Mirando solo el reflejo del escudo de Atenea, para no quedar petrificado, Perseo cortó la cabeza de la Medusa con su espada.

En ese momento, nació del cuello de la Medusa el caballo alado Pegaso y el gigante Crisaor, hijos de Poseidón. Las otras gorgonas se despertaron y persiguieron a Perseo, pero él escapó volando con sus sandalias aladas. En su huida, dejó caer algunas gotas de sangre de la Medusa, que se convirtieron en serpientes venenosas.

La leyenda de Perseo y Andrómeda

Perseo siguió volando por el cielo, hasta que llegó a Etiopía. Allí vio a una hermosa doncella encadenada a una roca junto al mar. Era Andrómeda, la hija del rey Cefeo y la reina Casiopea. Su madre había ofendido a las nereidas al presumir de ser más bella que ellas. Por eso, Poseidón había enviado una inundación y un monstruo marino para castigar al reino.

El oráculo había dicho que solo se calmaría la ira del dios si se sacrificaba a Andrómeda al monstruo. Así que sus padres la habían atado a la roca para ofrecerla como víctima. Perseo se enamoró al instante de ella, y le prometió salvarla si aceptaba casarse con él. Ella aceptó encantada.

Entonces Perseo se enfrentó al monstruo marino, usando su casco de invisibilidad para sorprenderlo. Con su espada le dio varios golpes mortales, hasta que lo dejó inerte en el agua. Luego liberó a Andrómeda de sus cadenas, y la llevó al palacio de sus padres. Allí celebraron la boda, y Perseo devolvió los objetos mágicos a los dioses.

Pero la felicidad de ambos se vio amenazada por Fineo, el tío de ella, que pretendía casarse con su sobrina. Fineo y sus hombres atacaron el banquete nupcial, dispuestos a matar a Perseo. Pero el héroe sacó la cabeza de la Medusa, y la mostró a sus enemigos. Todos quedaron convertidos en piedra al mirarla.

Perseo y Andrómeda vivieron felices durante un tiempo en Etiopía, donde tuvieron varios hijos. Luego regresaron a Grecia, donde Perseo fundó la ciudad de Micenas. Allí se cumplió el destino que había anunciado el oráculo: Perseo mató accidentalmente a su abuelo Acrisio con un disco lanzado en unos juegos.

La leyenda de Perseo y Andrómeda

Perseo devolvió el trono de Argos a su primo Megapentes, e intercambió su reino por el de Tirinto. Allí reinó con Andrómeda hasta su muerte. Los dioses los convirtieron en constelaciones, y los pusieron en el cielo, junto al caballo Pegaso y el monstruo marino. Así, su amor y su gloria quedaron inmortalizados para siempre.

Fin, Este es el cuento sobre La leyenda de Perseo y Andrómeda.

Moraleja de la historia de Perseo y Andrómeda

La moraleja podría ser que el valor, el ingenio y la ayuda de los dioses son necesarios para superar los obstáculos y alcanzar los objetivos. Perseo tuvo que enfrentarse a muchos peligros y dificultades, pero también contó con su coraje, su astucia y los regalos de Atenea y Hermes. Gracias a ello, logró vencer a la Medusa, salvar a Andrómeda y cumplir su destino.

Otra moraleja podría ser que el amor es más fuerte que el miedo o la codicia. Perseo se enamoró de Andrómeda al verla, y no dudó en arriesgar su vida por ella. Andrómeda también lo amó, y aceptó casarse con él sin conocerlo. Juntos se enfrentaron a los enemigos que querían separarlos, como Fineo o el monstruo marino. Su amor fue tan grande que los dioses los convirtieron en estrellas, para que brillaran eternamente en el cielo.

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