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Historia de miedo para Halloween, La llamada perdida
Era una noche de Halloween y Laura estaba sola en casa, viendo una película de terror en el sofá. Su novio Marcos le había dicho que iba a salir con unos amigos y que la llamaría más tarde. Laura no le creía del todo, sospechaba que Marcos le estaba siendo infiel con otra chica. Pero no quería discutir con él, así que se quedó callada y fingió que no le importaba.
De repente, el teléfono de Laura sonó. Era una llamada perdida de Marcos. Laura se extrañó, porque Marcos nunca le dejaba llamadas perdidas. Siempre le enviaba mensajes o le hablaba por WhatsApp. Pensó que quizás se había equivocado al marcar o que tenía poca batería. Decidió devolverle la llamada, pero al hacerlo se encontró con una sorpresa.
- Hola, soy Marcos – dijo una voz grabada -. No puedo atender tu llamada ahora mismo, estoy ocupado. Déjame un mensaje después de la señal y te llamaré cuando pueda. Gracias.
Laura se quedó perpleja. ¿Qué significaba eso? ¿Por qué Marcos tenía un contestador automático? ¿Desde cuándo? ¿Y por qué decía que estaba ocupado? ¿Con quién? Laura sintió un nudo en el estómago y una rabia creciente. Estaba segura de que Marcos le estaba mintiendo y de que había otra mujer en su vida. Decidió dejarle un mensaje para que supiera lo que pensaba.
- Hola, Marcos – dijo Laura con voz fría -. Acabo de ver tu llamada perdida y he intentado devolvértela, pero me has salido con ese contestador tan raro. ¿Qué pasa? ¿Qué haces? ¿Con quién estás? ¿Me estás engañando? ¿Es eso? Pues ya puedes ir olvidándote de mí, porque no pienso aguantar más tus mentiras y tus excusas. Estoy harta de ti y de tu actitud. Así que no me vuelvas a llamar nunca más, porque no te voy a perdonar. Adiós.
Laura colgó el teléfono con furia y lo tiró al otro lado del sofá. Se sintió aliviada por haberle dicho todo lo que tenía guardado, pero también triste y decepcionada por haber perdido a su novio. Se preguntó si él la escucharía y si le contestaría algo. Esperó unos minutos, pero el teléfono no sonó.
Entonces, Laura escuchó otro sonido. Era el timbre de la puerta. Alguien había llamado al portero automático. Laura se levantó del sofá y se acercó a la pared donde estaba el aparato. Miró por la cámara y vio a un hombre vestido con un traje negro y una corbata roja. Llevaba una carpeta en la mano y una placa colgada del cuello. Parecía un policía.
- ¿Quién es? – preguntó Laura.
- Buenas noches, señorita – dijo el hombre -. Soy el inspector Gutiérrez, de la policía nacional. Necesito hablar con usted sobre un asunto urgente.
- ¿Qué asunto? – preguntó Laura, extrañada.
- Es sobre su novio, Marcos – dijo el hombre -. Lo siento mucho, pero tengo malas noticias.
Laura sintió un escalofrío recorrerle la espalda. No entendía nada.
- ¿Qué le ha pasado a Marcos? – preguntó Laura con angustia.
- Marcos ha muerto – dijo el hombre con voz grave -. Ha sido víctima de un accidente de tráfico esta tarde, cuando iba camino de su casa.
Laura se quedó sin aliento. No podía creer lo que oía.
- ¿Qué? – exclamó Laura -. No puede ser… No puede ser…
- Lo siento mucho, señorita – repitió el hombre -. Ha sido un choque frontal contra otro vehículo. Los bomberos han tenido que sacarlo del coche con las tenazas. Ha sido muy violento.
Laura se llevó las manos a la boca y soltó un grito ahogado.
- No… No… No… – balbuceó Laura -. Esto es una pesadilla… Esto no puede estar pasando…
- Lo sé, señorita – dijo el hombre -. Es muy duro. Pero hay algo más que debo decirle.
- ¿Qué más? – preguntó Laura, temiendo lo peor.
- Marcos llevaba su teléfono móvil en el bolsillo – dijo el hombre -. Y hemos encontrado una llamada perdida suya, de hace unos minutos. Hemos intentado devolverla, pero nos ha salido un contestador automático. Un contestador que decía que Marcos estaba ocupado y que le dejaran un mensaje.
Laura se quedó muda. No podía ser cierto. Era imposible.
- ¿Un contestador? – repitió Laura -. ¿Qué contestador?
- Sí, señorita – dijo el hombre -. Un contestador muy extraño. Un contestador que no era de Marcos. Un contestador que era de la otra persona que iba en el coche con él. Una persona que también ha muerto en el accidente. Una persona que era su amante.
Laura sintió que el mundo se le venía encima. Todo tenía sentido ahora. La llamada perdida, el contestador, la voz grabada… Todo era una cruel coincidencia. Una broma macabra del destino.
- ¿Su amante? – preguntó Laura con voz débil.
- Sí, señorita – dijo el hombre -. Su amante. Una chica joven y rubia, que trabajaba con él en la oficina. Se llamaba Laura, como usted.
Fin de la historia de miedo para Halloween la llamada perdida
La casa encantada
Reflexiones sobre el cuento la llamada perdida
- La importancia de la comunicación y la confianza en una relación. Laura y Marcos tenían problemas en su noviazgo, porque no se hablaban ni se creían el uno al otro. Esto les llevó a la infidelidad, al resentimiento y a la tragedia.
- La ironía y la crueldad del destino. Laura y Marcos murieron en el mismo accidente, sin saber que eran pareja. Laura se enteró de la verdad por una llamada perdida y un contestador equivocado. Marcos nunca pudo escuchar el mensaje de Laura, ni pedirle perdón.
- El horror de la muerte y el misterio de la vida. Laura y Marcos eran jóvenes y tenían planes para el futuro, pero todo se acabó en un instante. ¿Qué sentido tiene la vida? ¿Qué hay después de la muerte? ¿Hay algún tipo de justicia o karma?
Espero que estas reflexiones te hayan sido útiles y que te hayan hecho pensar sobre el mensaje de este cuento. Si quieres saber más sobre los cuentos de miedo o sobre cualquier otro tema relacionado con la literatura, puedes leer más en cuentos o historias.
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