Tiempo de lectura: 3 minutos
Las memorias de un loco adaptación de Gustave Flaubert
Érase una vez, hace mucho tiempo, en un país muy bonito llamado Francia, había un joven llamado Louis. Louis era un chico muy inteligente y sensible, que le gustaba leer y escribir historias. Pero también era un chico muy rebelde y apasionado, que se sentía diferente a los demás y que no estaba contento con su vida.
El joven vivía en una ciudad llamada Ruan, donde su padre era un médico famoso y respetado. Su padre quería que siguiera sus pasos y estudiara medicina, pero Louis no tenía ningún interés en esa carrera. Lo que él quería era ser escritor y crear obras de arte con las palabras.
Louis tenía un gran amigo llamado Alfred, que compartía su amor por la literatura y su deseo de escapar de la realidad. Los dos amigos se reunían a menudo para hablar de libros, de poesía, de filosofía, de política, de amor… Se sentían libres y felices cuando estaban juntos.
Pero un día, todo cambió para el. Su padre murió repentinamente y su familia tuvo que mudarse a una casa de campo cerca de Ruan. Allí, se sintió solo y aburrido, sin nadie con quien hablar ni nada que hacer. Solo le quedaba su madre, que era muy buena pero muy religiosa, y sus hermanas, que eran muy educadas pero muy aburridas.
Entonces empezó a escribir un diario, donde contaba sus pensamientos y sus sentimientos más íntimos. En ese diario, se inventaba una vida diferente, llena de aventuras y emociones. Se imaginaba viajando por el mundo, conociendo a personas interesantes, viviendo amores apasionados… Se creaba un personaje a su medida, al que llamaba “el loco”.
El loco era todo lo que Louis quería ser: valiente, audaz, original, divertido… El loco hacía lo que le daba la gana, sin importarle las normas ni las consecuencias. Se burlaba de la sociedad y de sus hipocresías. El loco era el héroe de sus propias historias.
Pero el loco también era todo lo que temía ser: solitario, incomprendido, desesperado… El loco sufría por su diferencia y por su soledad. Buscaba el amor y la amistad, pero no los encontraba. El loco se sentía vacío y sin sentido.
Así pasaron varios años para Louis, o el loco, como él se llamaba a sí mismo. Cada día era más triste y más oscuro que el anterior. Su diario se fue llenando de páginas y páginas de confesiones y fantasías. Su mente se fue llenando de dudas y angustias.
Un día, decidió poner fin a su sufrimiento. Pensó que la única forma de escapar de su realidad era morir. Así que cogió una pistola y se disparó en el pecho.
Pero no murió. La bala no le alcanzó el corazón, sino el pulmón. Fue llevado al hospital, donde lo operaron y lo salvaron.
Louis se recuperó físicamente, pero no mentalmente. Su intento de suicidio lo marcó para siempre. Se dio cuenta de que había hecho una tontería y de que había herido a su familia y a sus amigos. Se arrepintió de haber sido tan egoísta e ingenuo.
Louis decidió cambiar su vida y dejar atrás su pasado.
Dejó de escribir su diario y quemó todas las páginas que había escrito. Dejó de llamarse el loco y volvió a ser Louis. Dejó de soñar con mundos imaginarios y se enfrentó al mundo real.
Louis siguió escribiendo historias, pero ya no eran historias sobre él mismo, sino sobre otras personas y otros lugares. Historias que reflejaban la realidad con toda su crudeza y su belleza y que se convirtieron en obras maestras de la literatura universal.
Y así termina el cuento de Las memorias de un loco de Louis Flaubert.
Las memorias de un loco
Memorias de un loco se presenta como un Journal intime, un diario sentimental, donde el joven Flaubert nos conduce, con ardor y emotividad, a los años del internado, de las dificultades de sentirse diferente a los demás, de los primeros intentos con las chicas, hasta la aparición del primer amor, apasionado y abrumador.
La felicidad del deseo que impacta contra el desencanto de un sentimiento no correspondido, provocan y inspiran las inquietudes del escritor en esta novela.
Moraleja del cuento Las memorias de un loco
La moraleja de este cuento es que la vida es un regalo que no debemos desperdiciar ni despreciar. El cuento nos muestra cómo Louis, un joven talentoso y creativo, estuvo a punto de perder su vida por su insatisfacción y su rebeldía. El cuento nos enseña también que la literatura es una forma de expresar y de comprender la vida, pero no de sustituirla ni de huir de ella. El cuento nos invita a ser más realistas y más responsables con nosotros mismos y con los demás, sin dejar de ser fieles a nuestra vocación y a nuestra pasión. ¿Qué te parece esta moraleja?
Si te ha gustado Las memorias de un loco puedes leer más en la sección de cuentos
Si quieres saber más sobre Las memorias de un loco puedes leer en Wikipedia.